Blog México parte 30
Antes de llegar a esta ciudad, pasamos rápidamente por las Ruinas de Mayapán, en la que destaca la empinada escalinata de la pirámide principal que bajarla fue todo un desafío. En Mérida terminamos quedándonos como tres días, para visitar los sectores más pintorescos de la ciudad y probar la comida típica yucateca.

Como toda ciudad mexicana en esas fechas, cada rincón estaba disfrazado de navidad, cada árbol iluminado con luces de colores, haciendo que el recorrido por la avenida Montejo, rodeada por grandes mansiones del siglo XIX inspirados en bulevares franceses, sea más espectacular que de costumbre.

Todos los sábados por la noche está la famosa Fiesta Mexicana, a la que asistimos. Muchísima gente y música sonando por todos lados. Probamos y disfrutamos de la sopa de lima, del pollo al escabeche y de la cochinita pibil.
Al día siguiente, nos divertimos mucho en el mercado dominical en la plaza principal, lleno de puestitos de comida y artesanías, con exposiciones de baile.

Las calles eran pura fiesta sintiéndose el aire a cierre de año, en el que la alegría y locura de la gente es extrema. Algo que llamó nuestra atención fue la gran amabilidad con la que fuimos tratados en todo momento. Comimos las típicas marquesitas: rollo de cucurucho recién hecho, relleno de queso holandés rayado, al que se le puede agregar nutela, cajeta, u otros complementos.
Visitamos la antigua casa y actual Museo Montejo, en la que residió el fundador de la ciudad, y también el Palacio de Gobierno, con murales espectaculares que narran a través de sus imágenes la historia de Yucatán.
